Hijo del conde Bélanger, señor de Nordgarde. Fue elegido por el Rey Bélzor como Regente del Barrio del Reloj cuando se culminó la conquista de Rhoesburgo, formando un triunvirato con la iglesia y la ley. Aunque esté acostumbrado a la diplomacia y la política, su juventud le juega alguna mala pasada, traducida en discrepancias con el Obispo Emmanuel y el Juez Cristophe. A pesar de todo, ostenta su cargo con soltura, pasión y mano dura, siguiendo los pasos del monarca.

Al contrario que otros miembros del cuerpo eclesiástico, el Obispo Emmanuel no fue elegido para formar parte de la internación en la Catedral, sino que fue dirigido al Barrio del Reloj. Severo y fiel seguidor de los Textos Sagrados, dice aceptar con humildad el puesto que el Rey Bélzor y el Único le han otorgado. Su reforma eclesiástica ha sacudido todas las entrañas del barrio, aunque últimamente está más ocupado en la elaboración de su biblioteca privada que en supervisar sus últimos mandatos.

El barón de los Arviset, familia diestra en el campo de batalla que se ha orientado en las últimas generaciones hacia la estrategia y la ley, se ha impuesto finalmente como una de las figuras de consejo más respetables del reino. Fue por eso que el mismísimo Bélzor le otorgó el título de Juez y, en concreto, la disposición de los contratos de la Venia Sacra. Altivo e impasible, junto con los dos anteriores constituye el triunvirato olmanense del Barrio del Reloj.

Madre de Cristophe. A pesar de que las figuras femeninas siempre hayan estado relegadas en Olmas, Coraline es de las pocas a las que no sólo se las escucha, sino que las altas autoridades también buscan su opinión y consejo, especialmente su hijo. Su edad y sabiduría, sumadas a la capacidad económica de su familia, la convierten en un pilar olmanense indiscutible.

Escriba de los Bélanger, tras su impecable labor en la biblioteca del conde, éste la eligió para acompañar a su hijo en su nueva labor como Regente del Barrio del Reloj. Pasando el visto bueno del Rey, esta muchacha sagaz y reservada es el contacto directo de André con la Ciudadela. Al parecer, es de las pocas personas de confianza del señor Regente.

Al igual que la mayoría de mujeres de su familia, Juliana entró en el cuerpo eclesiástico siendo una adolescente y dedicó su vida al Único. No obstante, con la llegada de Olmas y su visión respecto a la mujer, ha sido relegada de todas sus tareas. Ha renunciado a presentar una querella, a pesar de contar con el abierto apoyo de la familia de Ordniel, quienes la han contratado como confesora particular. Es más que notable que la muerte de su hermano en la Conquista de Rhoesburgo y su suspensión de oficio han hecho más mella en ella de la que quiere admitir.

Encargada del barrio del Reloj durante nueve años, siempre fue una persona de confianza que velaba por los intereses de todos, siendo una de las pocas figuras políticas rhoesianas que provenía de una familia humilde. Aunque el Rey Bélzor ordenase su sustitución, André la incluye en la mayoría de sus consejos, ya que las opiniones de Romina son seguidas y respetadas por la mayoría de los vecinos.

Llegó a Rhoesburgo con la recomendación de Porcel tras los sucesos de Puerta Cristal, siendo uno de los mejores candidatos a obtener un título nobiliario superior por parte del Rey Bélzor. No obstante, el monarca le ha pedido que pase unos días en el Barrio del Reloj y averigüe algo sobre los atentados. Alejo lo ha aceptado de buen gusto, siendo ésta su carta directa al título de barón.

Tras dejar atrás su hogar, con un coraje y fuerzas renovadas, llegó a los muros de Rhoesburgo, su destino. Recibido en la capital como se merece alguien de su importancia, le pidieron que esperara en el barrio del Reloj. Observando el estado de barrio, el alcalde de Puerta de Cristal está trabajando en un proyecto arquitectónico en pos de la política local.

Pese a su pertenencia a la Corte Real, la familia de Ordniel fue expulsada de la Ciudadela del Ángel y movida al Barrio del Reloj. De naturaleza altiva, la condesa Clarabella de Ordniel se niega en rotundo a permanecer demasiado tiempo en este barrio repleto de podredumbre y maquinaria industrial. Está buscando desesperadamente la manera de salir del Reloj y, con la ayuda de la Obispa, restablecer el honor de su familia.

Al contrario que su mujer, el conde Rhodriano de Ordniel no se encuentra a disgusto con su expulsión de la Ciudadela del Ángel. O, al menos, no lo demuestra abiertamente. Ve el lado positivo de la situación: mientras que en la Corte Real los de Ordniel mantenían un rango nobiliario medio, en el Barrio del Reloj ostentan el título más alto. Parece disfrutar de las oportunidades de su nueva casa y situación, pasando largos ratos en la galería y desvinculándose de las preocupaciones políticas de su congénere.

Señor de la familia de Mors, originaria de Olmas, la cual lleva ya más de tres generaciones en Rhoeas. Cuando llegó, les relegaron a la administración de los almacenes del barrio del Reloj. No obstante, es con la llegada del Rey Bélzor cuando se han encontrado realmente a gusto. Cada vez derrocha más dinero en fiestas y otros caprichos.

Pocos son los que consiguen saber qué piensa esta enigmática y peculiar noble, la cual frecuenta más los libros que las personas. Hermana menor de los de Mors, siempre ha tenido más predilección por el arte y la historia que por los asuntos familiares: es la escritora de la Enciclopedia de la Fauna Rhoesiana, catalogada como bibliografía básica para la rama de Biología en la Universidad. Actualmente está en búsqueda de jóvenes exploradores para su siguiente trabajo de investigación, del cual se niega a revelar ninguna pista.

Conocido como uno de los mejores alquimistas del mundo, volvió al Castillo de Rhoesburgo con la Comitiva Real de Puerta Cristal, liderada por Porcel, y se puso de nuevo al servicio de la duquesa Andra Lefévre. Tras poner al día a sus señores, le otorgaron un laboratorio alquímico en el Taller de los Gremios para atender cualquier petición del Rey, así como una generosa retribución económica con la que pudiera llevar a cabo cualquier experimento que desease.

Hidalgo de Puerta Cristal, llegado a Rhoesburgo con el objetivo de visitar a su hija Lírea, estudiante de la Gran Academia. A pesar de su mala relación con ésta, la desaparición de su marido Ferán de Chard le ha llevado a tragarse su orgullo y acudir a ella para unir fuerzas con el objetivo de encontrarle. Sin embargo, la pregunta es: ¿por qué no ha acudido antes a la capital para buscarlo?

Jovencita tímida y estudiosa que viajó a Rhoesburgo meses atrás para comenzar su educación en Artes. Aunque no mantuviera buena relación con su padre después de lo sucedido en Puerta Cristal, vivió un trimestre intranquilo en el que tuvo que lidiar con los estudios y la búsqueda de su otro padre, Ferán. Los infructuosos resultados al respecto y la reciente aparición de Raener, al que ha acogido en su casa, hacen difícil que se pueda concentrar para la presentación de su Candidatura del próximo trimestre.

Tras disfrutar de la boda de su padre con Ceres, viajó a la Universidad de Rhoesburgo él solo, dispuesto a vivir en sus carnes las aventuras que tanto leía en los libros. No obstante, no fueron lo que él esperaba. Al llegar a la Capital acudió a casa de Lírea, magullado y arruinado. Apenas ha salido del lugar, sin dar ninguna explicación de qué le ha ocurrido estos meses y refugiándose en sus creaciones artísticas.

Recién llegado después de un largo viaje por el Viejo Bosque, este Secretario de la Gran Academia se ha encontrado con las puertas de la Ciudadela cerradas y la imposibilidad de reencontrarse con su Maestra. Con mucha información pero poco dinero, ha sido acogido por Eugene para tener un sitio en el que dormir mientras encuentra una manera de que le otorguen la Venia Sacra.

Jefe del Taller de los Gremios y uno de los mejores cazadores de Rhoesburgo. Antes extrovertido y generoso, tras la invasión olmanense, el cierre de locales y las trabas que le han puesto en su negocio, se ha convertido en una persona más tosca y agresiva. Sus ojeras son un indicador más que evidente de lo poco que duerme por las noche, y es que dicen que ha apañado un hueco en el Taller y lo ha convertido en su nueva casa, siempre que la Guardia Negra no le echa de allí a altas horas de la madrugada.

Dueño de la Galería del Reloj. Exótico y estrafalario, asegura haberse recorrido no sólo Rhoeas, sino muchos otros países en sus tiempos jóvenes. Quizá por eso tiene unas costumbres tan extrañas, así como múltiples contactos para proveerse de las más insólitas piezas de arte. Últimamente, cuando frecuenta La Cornucopia, suele hablar de un supuesto trato que le va a cambiar la vida.

Natural de Asén, un país del sur muy lejano, llegó a Rhoesburgo cuando era sólo una adolescente y poco consiguió la nacionalidad poco después. Hoy en día se ha convertido en una mujer no sólo influyente, sino también respetable, diestra en las armas y con el bolsillo lleno de dinero. Tiene contactos hasta debajo de las piedras y, aunque no está confirmado, los rumores afirman que cuando era más joven ejerció como una de las mejores mercenarias de la ciudad.

Esta famosa comerciante ha vuelto a su puesto en el barrio del Reloj tras su ruta comercial primaveral por el norte de Rhoeas. Aunque se ha demorado más de lo que pretendía, ha reabierto la tienda con rutas comerciales mucho más fructíferas… y mucha más información que antes. Es de los pocos locales que Olmas no ha clausurado y, de hecho, apenas lo ha investigado tampoco.

Dueña de La Cornucopia, taberna del barrio. Tras la muerte de su marido reformó el local por completo, aunque nadie sabe de dónde sacó los recursos y el dinero, y de esa forma la transformó en un lugar de referencia de Rhoesburgo. Tras la invasión olmanense y las nuevas leyes impuestas, se ha convertido en una mujer directa y algo desconfiada que vela por el bienestar de su hija y de su negocio por encima de cualquier cosa. El reciente asesinato de Draco, bardo habitual de la taberna, es algo que no ayuda mucho a lo segundo.

Hija de Vinda, dueña de La Cornucopia. Joven, despreocupada, a la cual le gusta mover la muñeca y medir las aceras. Se ha llevado más de una bronca de su madre por su forma de vida. Muchos dicen que le vendría bien una figura paterna, pues siempre la devuelve a casa el sereno. Tras la muerte de Draco, parece ser que ha entrado en vereda y ha asumido sus responsabilidades de una vez por todas.

A pesar de su formación autodidacta, este herrero experimental se hizo famoso en Nueva Olmas por sus inventos y confecciones innovadoras. Presentó su solicitud para acudir a Rhoesburgo y, al ser enviado al barrio del Reloj, realizó rápidamente todas las tramitaciones para ser el encargado de su mantenimiento. Desde el primer momento inició una competitividad con Ribeo, el rhoesiano que cuidaba del monumento antes de que él llegase.

Cuando su padre Vassil, un Guardia Negra, fue enviado al pelotón del barrio del Reloj, ella tuvo que mudarse con él. Dado que no había demasiado trabajo de campo disponible y que su padre no quería que siguiese labrando tierras, le consiguió un puesto como ayudante del relojero, mucho mejor pagado, a pesar de que Sylvie no tuviera ninguna idea. No obstante, parece ser que los mecanismos la han obnubilado, pues ha comenzado a dibujar múltiples esquemas del mismo en sus ratos libres.

Al llegar al barrio y reencontrarse con la maravilla que es el Reloj de Miel, vio la oportunidad de presentar sus credenciales para encargarse de estudiarlo, mantenerlo y realizar alguna mejora, ya que su anterior encargado había fallecido. Aunque hizo verdaderos progresos e investigaciones durante un mes, en cuanto apareció el herrero olmanense Bruno fue relegado del trabajo, como cualquier otro rhoesiano. De hecho, consiguió que los guardias le negasen la entrada a Ribeo, así que actualmente pasa mucho tiempo encerrado en su casa, estudiando los pocos esquemas que le dio tiempo a hacer.

No parece muy contenta con su marido; prácticamente, aceptar un trabajo como cocinero en la Cornucopia es como engañarla. Piensa firmemente que deberían haber abierto un negocio propio aquí y no aceptar las limosnas de Vinda. Estando ya un poco asentados, espera hacer entrar en razón a Branddoc y, de paso, al resto del grupo. Al menos, en la capital es fácil buscar distracciones.

La vida en la capital no es fácil, y menos si hay más de una boca que alimentar. Este cocinero ha tenido que aceptar varios trabajos, hasta conseguir uno estable en La Cornucopia, el cual está bastante bien pagado, a pesar de que su mujer no esté muy contenta con ello. Además, con el tiempo libre que le queda, espera poder hacer algo de provecho.

El anciano alquimista abandonó Puerta Cristal junto a Branddoc, Beria y Ribeo debido a la inestabilidad política. El grupo llegó a la capital hace unos meses, tiempo en el que Déberin cada vez se ha mostrado más desequilibrado. Ensimismado en sus experimentos alquímicos, las pocas veces que socializa es en la taberna, y cada vez con resultados más alarmantes. El último ha sido despertarse desnudo en medio de la plaza, sin recordar nada de la noche anterior. Aunque sus amigos afirman que se ha pasado con el hidromiel, él sostiene que alguien le ha envenenado.

Despreocupado y algo turbulento, no son pocas las broncas que ha tenido este joven carpintero con Hernán por su falta de compromiso con el Taller de los Gremios. Todos se extrañan de que el Jefe, siendo tan estricto con todo lo que le rodea, no le haya echado todavía. No obstante, aunque todos lo atribuyan a un favoritismo infundado, es innegable que es el mejor ebanista de todo Rhoesburgo… A pesar de que pase más tiempo de fiesta que entre martillos.

A pesar de venir del barrio de la Manzana, esta leñadora de buenos modales ha trabajado mucho para conseguir una vida más digna. Tras llevar unos cuantos meses instalada ha comenzado a florecer su negocio, pues siempre cumple con mucha más rapidez que sus competidores. Por eso nunca le faltan los encargos, ni tampoco el dinero.

Se ganaba la vida como pescadora hasta que la nueva ley olmanense le quitó el puesto para dárselo a uno de los suyos. Aunque pasó una mala época, parece que su espíritu luchador le ha hecho seguir adelante, encargándose de algún recado de sus vecinos. Sus amigos le animan a hablar con el Regente de su situación, pero ella corta rápidamente todos los temas referidos a su profesión y situación económica.

Este minero, acompañado por su esposa Panme, llegó a Rhoesburgo en la comitiva de Timmuel. Ha sido el único no-olmanense al que no le han puesto trabas para abrir su negocio, sino todo lo contrario, recomendado por el propio alquimista. Sin embargo, cada vez pasa más tiempo en las bibliotecas que en las minas, lo cual ha provocado que sus ganancias vayan descendiendo paulatinamente.

Aunque lleve poco tiempo en Rhoesburgo, su joyería se ha hecho famosa en el barrio del Reloj, también debido al cierre por orden olmanense de todas las demás. A pesar de la creciente obsesión de su marido por los textos y libros antiguos, ella trabaja para sacar a ambos adelante, no sin cierto estrés. Quizá por eso pasa tanto tiempo en la Cornucopia, cogiendo confianza con Vinda, la tabernera, a quien ha estado apoyando en el duro golpe de la muerte de su bardo.

Tras la jubilación del médico principal del barrio del Reloj, este olmanense compró su clínica y se instaló definitivamente allí. Dedicado y entregado a su trabajo, cada vez más pacientes acuden a él, debido a su impecable técnica y su rigor respecto al secreto profesional. No ha pasado inadvertido que, recientemente, ha contratado a una rhoesiana, Alessia, como su aprendiz.

Tras sufrir el rechazo en la Gran Academia para estudiar Medicina por falta de dinero, decidió mudarse al barrio del Reloj y hacer algún que otro recado para intentar ahorrar. No ha sido hasta que el nuevo médico, Noland, la ha contratado como su aprendiz, cuando su suerte ha cambiado. A pesar de estar contenta, se sigue preguntando cómo el doctor sabía de sus cualidades.

Acaudalado olmanense por su gran trabajo como armero artesano. Dispone de una de las armerías de más renombre en todo Olmas, ligeramente difamada por todos los rumores y trifulcas respecto a su antiguo socio, Tristan. Llegó a Rhoesburgo por la llamada de Bélzor, quien le ha pedido abrir una tienda en el nuevo territorio y sin posibilidad de negarse tras los problemas que causó su cuñado, Mond. De nuevo, se ha posicionado como proveedor de primera calidad.

Siguiendo los pasos de su marido, ha venido junto con toda la familia a Rhoesburgo para ayudar en el negocio. Tras enterarse de la traición de su hermano Mond, Capitán de la Guardia Negra encarcelado por orden del Rey en el Castillo de la Ciudadela, sobrelleva los días de la mejor manera posible. No obstante, se mantiene firme respecto a su lealtad al monarca.

Joven avispada y curiosa, desde pequeña ha sido un quebradero de cabeza para sus padres: Fernand y Pauline. Al llegar a Rhoesburgo y descubrir la Gran Academia, tuvo claro que quería estudiar allí Historia y Leyes. No obstante, está obligada a continuar con el negocio familiar, completamente condicionada por sus progenitores. Afirman que los ratos que pasa con Coraline Arviset o con la hija de la familia enemiga, Elodie, son sólo escenitas para llamar la atención.

Antiguo armero, cambió de profesión tras ciertos conflictos con su antiguo socio y amigo, Fernand. Llegó a Rhoesbusgo cuando ya era seguro y la conquista había sido completada después de que su hijo Luc, héroe de la guerra, consiguiera una nueva casa para la familia. Parece que no le queda más remedio que abrir una sastrería y probar suerte con la aguja e hilo, pues tras la expulsión de los rhoesianos rebeldes han quedado varios negocios libres.

Hija de Tristan, ayuda a su padre con la sastrería siempre que éste se lo pide, pero la mayoría del tiempo lo pasa en la Cornucopia con su amiga Carole, para disgusto de su progenitor, o en el campo de entrenamiento con su hermano, Luc. Aunque aún le quede mucho para ser Guardia Negra, es lo que más desea: según ella, así se encargará de mantener la gloria de Olmas y también la de su familia.

Era un humilde cazador cuando estalló la guerra y, aunque nunca fue diestro con la espada, sus vecinos le instaron a apuntarse con ellos para defender a Rhoeas con la Guerra. Volvió, no como muchos de ellos, pero sufrió las consecuencias de las batallas, y es que perdió casi toda la movilidad de una de sus piernas. Progresó un poco con el antiguo médico, pero poco dejó a un lado la rehabilitación y nunca contó lo que le había pasado. Hoy en día sigue consiguiendo las mejores piezas de caza por su habilidad armando trampas de lo más ingeniosas.

Tras ganar la beca del profesor Coren, accedió a la Gran Academia de Rhoesburgo sin problemas e incluso hasta con admiración por parte de algún Maestro. Eligió los estudios en Biología y, aunque empezó el trimestre con buen pie, no le ha ido todo lo bien que le gustaría. Su interés por lo extraño y paranormal le ha dado mala fama entre los docentes y apenas duerme desde hace unas semanas, perdido entre sus escritos e investigaciones.

Tras ahorrar un poco de dinero trabajando en Puerta Cristal y coger soltura con la espada en la guardia vecinal, Aneto se fue del pueblo, buscando sucesos fuera de lo común. Hace un par de meses, su camino le ha traído a Rhoesburgo, donde ha conseguido un puesto en el Taller de los Gremios en la Herboristería para ganarse la vida. Dista mucho de ser aquel chico amable y cariñoso que antes, ya que apenas media palabra con nadie, ni siquiera con su amigo Rou, que le tilda de paranoico. El único con el que comienza a abrirse es con Hernán, Jefe del Taller, el cual le ha pedido ayuda para gestionar los papeleos.

Tras la muerte de su padre Adler en extrañas circunstancias, Eli tuvo que madurar de golpe para cuidar de ella misma y de su hermano, Arvo. Comenzó a colaborar en tareas rutinarias del Taller de los Gremios y aprendió un poco de todos los oficios mientras se hacía amiga de cualquiera gracias a su labia. Su naturaleza extrovertida e impetuosa le han acarreado algún que otro problema, pero parece salir siempre ilesa gracias a su ingenio.

Hermano de Eli y conocido por todos como Arvito, este joven ha visto cómo su hermana se dejaba la piel para mantenerlos a ambos. Siempre con la cabeza en las nubes, le encantan las historias de guerra, y de pequeño se le veía jugando con espadas de madera con otros niños. Se ha llevado alguna que otra bronca por parte de Eli, quien le alienta a asentar la cabeza y a ayudar en casa y, sobre todo, a no mostrarse tan abiertamente rebelde frente a la Guardia Negra.

Maestro pescador, pocos son los que conocían a Eugene antes de llegar al barrio del Reloj, ni siquiera sus propios vecinos olmanenses. No obstante, su carácter generoso y afable le hacen destacar en tiempos tan cruentos: suele ayudar especialmente a jóvenes, como el caso de Royan, y niños huérfanos. A pesar de que la pesca en el río Lyona no es especialmente fructífera, en la taberna, por la cual ronda con frecuencia, le han visto la bolsa siempre llena de dinero.

Natural de Grand Granier, fue uno de los ciudadanos olmanenses seleccionados para probar suerte en Rhoesburgo. Aunque no sabe especialmente de minería, le colocaron un pico entre las manos pues era lo que se necesitaba y le dieron una casa para poder mantenerse. En un par de meses, Mathias se ha hecho de oro, frecuentando la taberna con asiduidad más por el día que por las noches, al contrario que la mayoría.

Este joven olmanense es un huérfano que se coló en las carretas que enviaron a Rhoesburgo. Nunca quiso recibir la ayuda de Eugene y se ganó el respeto o, más bien, el miedo del barrio tras una trifulca en la taberna de la cual su adversario salió con el brazo partido en tres trozos. Desde hace un par de semanas se ha colgado una espada al cinturón, pero nadie sabe exactamente a qué se dedica ni de dónde la ha sacado.

Natural de Miritrias, se mudó hace casi una década a Rhoesburgo por problemas familiares. Al parecer, su único desempeño era la minería, y en la capital no había hueco para él. No obstante, poco a poco se ha posicionado como un experto de referencia, acudiendo a él para pedir consejo múltiples mineros, joyeros y comerciantes. Apenas ha tenido que usar el pico durante estos últimos años, sino que pasa muchas más horas encerrado en su taller.

Esta guerrera de Puerta Cristal llegó a Rhoesburgo hace unos meses para probar suerte, pero no encontró las facilidades que esperaba. La vida en el Reloj era cada vez más dura y, a pesar de sus ideales, ha tenido que aplicar para el cuerpo de ayuda a la Guardia Negra y, de esa forma, poder ganarse un sueldo. Relegada a las vigilias y siempre bajo supervisión, se encuentra en periodo de prueba y no demasiado contenta con su situación.

Tachada de loca y farsante, Bakea vivió muchos años siendo prácticamente una paria en el barrio de la Manzana. No fue hasta que conoció a la marquesa Heretria de Galán y predijo su matrimonio, cuando ésta, maravillada, la envió al barrio del Reloj. Cada vez son más los que acuden a ella a pesar de sus extrañas costumbres, preguntando por su suerte. Sus rituales, de lo más excéntricos, pueden llamar la atención de los nuevos cargos eclesiásticos y no dejarla en buen lugar.

Antiguo obispo de Puerta Cristal, sufrió una crisis de fe la cual le sigue afligiendo a día de hoy. Por ello decidió viajar con Bianca, Delilah y Eloinne para intentar reenconciliarse consigo mismo y con el Único, dejando atrás los demonios que le atormentan en sus sueños. Su vuelta a Rhoesburgo le hará enfrentarse de nuevo a su pasado y al cuerpo eclesiástico que le vio crecer.

Tras su viaje a los Pueblos Libres con Bianca, Delilah y Agustinus, los prejuicios de esta extraña sanadora, si ya eran pocos, han desaparecido ahora por completo. Recién llegada a la capital, espera obtener una mayor aceptación que la que tenía en Puerta Cristal, ofertando sus servicios de curación donde se requieran. Por lo pronto, ha escuchado hablar de una extraña vidente por la que siente una especial curiosidad.

Con una dudable reputación a sus espaldas, Delilah ha llegado a la capital tras su viaje por los Pueblos Libres acompañada de Bianca, Eloinne y Agustinus. Ahora, sin embargo, parece haber sentado la cabeza y espera encontrar algún trabajo con el que asentarse y vivir tranquila. No obstante, todos los que la conocen aseguran que tiene extraños cambios de humor, manías contradictorias y actitudes completamente distintas dependiendo del momento. Quizá este hecho le perjudique a la hora de encontrar un salario estable.

Cumplido su deseo de conocer a las sacerdotisas tántricas de los Pueblos Libres, Bianca llegó a Rhoesburgo junto a Delilah, Eloinne y Agustinus como aprendiz de las mismas. Sin embargo, parece que tienen sus razones para dejar el lugar y viajar hasta la capital. Adaptándose a su situación, espera practicar sus nuevas habilidades, transmitiendo junto a ellas un mensaje de empatía, comprensión y ayuda.

No pasó mucho tiempo tras los sucesos de Puerta Cristal cuando, absorto en sus investigaciones y cortando contacto con todos los vecinos, decidió irse de allí. Ha alquilado una habitación en la Cornucopia cuando ha llegado, hace un par de noches, preguntando por la biblioteca del barrio. No se ha saltado ninguna de las misas, aunque hayan sido ejercidas por los olmanenses y es que, tal y como comentan, parece ser que la edad le ha pasado factura y quiere estar más cerca del Único antes de que le llegue el momento.

Los sucesos de Puerta Cristal no le amedrentaron, sino que le permitieron conocer a otros aliados con los que compartir viaje y pasión. Acompañado por Rolvén, ha viajado por los bosques y pueblos del norte en dirección a Rhoesburgo. Con un propósito claro y menos presión que hace seis meses, Deiadar hace gala de su desparpajo y curiosidad para buscar su sitio en el barrio del Reloj.

Veterano de guerra rhoesiano y antiguo capitán de la guardia de Puerta Cristal, se encargó de escoltar a Deiadar allá por donde pasase. Tras ver la situación de otros pueblos, más consumidos por la conquista, se ha vuelto más reservado y cauteloso. Los pocos días que lleva en el Reloj los ha pasado en la Cornucopia, entablando relación con los rhoesianos del lugar y haciendo muchas preguntas sobre los atentados al Rey, de los cuales apenas ha sacado nada en claro.

Habilidosa soldado que fue capturada por el ejército olmanense durante la Guerra de la Traición. Sospechosa de pertenecer a un grupo conspirador, fue sometida a numerosas torturas y luego abandonada a su suerte para morir a causa de las heridas. No obstante, unos granjeros de Fuerte de Candil la encontraron y salvaron su vida. Tras recuperarse, ha vuelto a su barrio natal, pero nada es tal cual lo recordaba, y tampoco ha encontrado a ninguno de los que le recordaban a ella.

Artista de la compañía El Eclipse de Mérilon, famosa en los pueblos del norte. En concreto, él era el malabarista de los espectáculos de fuego, además de todo un especialista en cuanto a placer del cuerpo humano se refiere. Ha llegado a Rhoesburgo hace tan sólo un par de días, afirmando que todos sus compañeros fueron asesinados en los caminos del norte y que él pudo sobrevivir por los pelos. Aunque le han pedido que repita alguno de sus números, él reniega a soltar la botella de hidromiel ni a contar nada más de lo sucedido.

A pesar de marcharse de Puerta Cristal acompañado de un grupo más numeroso, aquellos que le conocen no han tenido noticias de él desde hace varios meses. Ha llegado al barrio del Reloj visiblemente preocupado y la ausencia de Váremo hace que sus compañeros piensen en lo peor. A pesar de todo, intenta sobrellevar sus inquietudes lo mejor posible, aunque ya parece haber preguntado por la clínica del lugar.

Tras la marcha de Rolvén hacia Rhoesburgo, la guardia vecinal de Puerta Cristal quedó en manos de Lara, ayudada por Erica. A pesar de su puesto de relevancia, la aldea cada vez se quedaba más pequeña para ella, por lo que fue todo un alivio recibir una carta de Rolvén convocándola en la capital. Ahora, a su llegada, desea encontrarse con su dirigente y embarcarse en una nueva aventura.

Compañera y confidente de Lara, esta guerrera acabó las vicisitudes que vivió Puerta Cristal totalmente renovada y con nuevas fuerzas para seguir adelante. Cuando Lara le informó de la carta de Rolvén para reunirse en Rhoesburgo, no lo dudó ni un instante y se hizo al camino, ahora hacha en mano, dispuesta a aprender más de la vida, aunque sobre todo de sí misma.

Retirado capitán del ejército olmanense, les costó mucho convencerle para que formase parte de la flota marina. En cuanto su reino ganó la guerra, volvió a desvincularse de las milicias y continuó con su vida solitaria y misteriosa por los mares del este. Acompañado de dos jóvenes rhoesianos, ha llegado a la ciudad hace un par de días, levantando muchos rumores. ¿Qué hace un capitán tan lejos de la costa?

Siente gran admiración hacia Delacroix, su ideal de marinero, quién nunca a dudado de la efectividad de sus artefactos navales. Sus ingenios en manos del capitán se convierten en maravillosas máquinas de asedio y combate. Sus diferentes expediciones marinas y batallas en conjunto han dado como resultado a un curtido marinero, absorbiendo toda la experiencia que puede de la mano de su capitán. Es tanta su lealtad que no le importa abandonar la mar para dirigirse a tierra firme si ese es el destino de Delacroix. Quiere aprovechar su estancia en la ciudad para adquirir sabiduría, pues se dice que Rhoesburgo alberga conocimiento en sus edificios y que su gente utiliza precisas tecnologías capaces de ver más allá del cielo.

Tras los sucesos extraños que vivió en la cueva del Capitán Lorens, sus prioridades cambiaron completamente y quiso embarcarse en una aventura marítima, acompañado de su hermano Daven. Por desgracia, no tuvieron mucha suerte. Lo único que cuentan al respecto es que, si no hubiera aparecido el Capitán Delacroix, ambos estarían muertos.

No sin cierto recelo, decidió acompañar a Toni con su idea de embarcarse en el mar. Desde que tuvieron el incidente en el que casi pierden la vida, no ha parado de echárselo en cara. Ha llegado a Rhoesburgo con él y el Capitán Delacroix, pero no se le ve demasiado con ellos. Parece ser que Daven busca unas nuevas oportunidades, y los pocos días que lleva en la ciudad los ha pasado entre peticiones para acceder al Taller de los Gremios y la Biblioteca de la ciudad.

Tras los turbulentos sucesos que vivió en Puerta Cristal, tanto con los rhoesianos como con sus propios compañeros, volvió a la capital siendo mucho más consciente del peligro de la situación. Su audiencia con Bélzor duró varias jornadas y salió del Castillo nombrado general y con muchas más responsabilidades que antes. Su formación, no sólo en el campo de batalla, sino también en medicina, le convierten en un líder distinto a lo que el resto han estado acostumbrados, caracterizado siempre por su astucia.

Uno de los instructores de la Guardia Negra, aunque su edad supere considerablemente al resto de guerreros, aún sigue en plena forma para seguir enseñando. En concreto, fue maestro de Porcel, así que éste, cuando fue mandado al barrio del Reloj, le pidió a Francis que acudiese con él, siendo uno de los pocos que goza de su plena confianza. Sabio, frío y justo, aplica la ley y el orden a todos por igual, ya sean rhoesianos u olmanenses.

Capitán de la Guardia Negra en el Barrio del Reloj antes de que llegase Porcel, se ha puesto a las órdenes del mismo en cuanto ha llegado. Impasible, cuadriculado y trabajador, es el que ha mantenido a raya a los nobles relegados y a los rhoesianos expulsados de sus negocios, organizando a sus hombres con eficacia. Se le nota cansado, y quizá el hecho de que su hijo Gaston esté en pruebas para la guardia sea un agobio extra.

A pesar de ser uno de los guardias que más problemas ha dado por su carácter impulsivo y agresivo es, sin duda, uno de los mejores con el mandoble. Su naturaleza impasible le convierten en un pilar fundamental en estos duros momentos, en los que el pueblo ejerce tanta presión para el paso de la Ciudadela. Últimamente está algo distraído por las historias que le cuenta su hija Sylvie respecto al reloj.

Hijo de Tristan y hermano de Elodie, su familia estaba sumida prácticamente en la ruina después de un negocio infructuoso. Sin embargo, Luc destacó tanto en la academia que pronto fue ascendido como explorador de la Guardia Negra, y su sueldo pudo mantener a toda su familia sin problemas. Cuando se completó la conquista y le enviaron a Rhoesburgo, su padre y su hermana se fueron con él para labrarse un nuevo futuro.

Una de las primeras mujeres que ha conseguido ingresar en la Guardia Negra y, desde luego, la más famosa del momento. Odette consiguió varias condecoraciones en la Guerra de la Traición tras salvarle la vida a su superior e, indiscutiblemente, entró en el cuerpo como una de las mejores. Además de ser enviada al barrio del Reloj por el rey, ha sido contratada por la familia Arviset para su protección personal, que peligra especialmente con todo el asunto de la Venia Sacra.

Hijo de Clement, tras sus hazañas en la conquista de Fuerte de Candil le otorgaron el honor de poder acceder a la Guardia Negra. A pesar de aún estar en periodo de prueba, se ha convertido en un miembro realmente útil gracias a su esfuerzo y dedicación sin medida. Lleva unas cuantas jornadas en vela, haciendo más guardias extras de las impuestas.

Si algo caracteriza a este guardia aparte de su mortífera habilidad con la espada, es su capacidad para soportar la presión sin inmutarse. Perteneció a la comitiva del Rey Bélzor para las negociaciones con los Pueblos Libres y ha pasado con ellos casi ocho meses, resolviendo los asuntos olmanenses en las cordilleras. Callado y audaz, se le nota algo distinto tras pasar tanto tiempo entre salvajes.